Es un valor universal de considerarnos todos hermanos, unidos con el vínculo del afecto mutuo. Nos lleva a ser solidarios, respetuosos y empáticos unos con los otros. Para San Francisco la fraternidad es universal y Cósmica, porque se extiende a todos los seres de la creación. Es acoger al otro como un don, descubriendo en el hermano(a) a Cristo.
CARIDAD:
La caridad es la virtud sobrenatural por la que amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios (1 Jn. 4, 8) La caridad es el AMOR y tiene por frutos el gozo, la paz y la misericordia. Exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad, la búsqueda del bien del otro; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión. Es poseer en nosotros el amor de Dios. Es amar como Dios ama, con su intensidad y con sus características, que supera nuestras posibilidades humanas como lo hizo Francisco y María Ana.
LIBERTAD:
Es la capacidad que tiene cada ser humano de vivir y actuar en forma plena como persona sin imposiciones arbitrarias, tomando conciencia y atención por los derechos de los otros. Ser libres es ejercer la capacidad de elegir y decidir por el bien para sí mismo y los demás, siendo responsable.
SENCILLEZ:
Es apertura de corazón a Dios, que es mi creador, para que Él entre y sea mi Señor y Dios, es transparencia, limpieza interior. “La sencillez de corazón” es ser sinceros, auténticos, sin dobleces, ser como parecemos ser, es decir ser transparentes, no complicados ni conflictivos, cultivemos un corazón sencillo”